Curso virtual «Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores»
Contó con la participación desde Uruguay de Fabiana Rodrìguez y Sol Bauzà (Intendencia Municipal de Montevideo) y Rosario Lemus (Consejo Uruguayo de Bienestar Social).
Centro de Formación de Santa Cruz de la Sierra
El Centro de Formación de la Cooperación Española en Santa Cruz de la Sierra en colaboración con el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) imparten el curso virtual “Red de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores, implantación en el ámbito municipal”. La iniciativa forma parte de la estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Década del Envejecimiento Saludable (2021–2030), en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
Con una amplia convocatoria y una enriquecedora primera sesión, la capacitación dedicada a la «Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores» se inauguró el día 13 de julio y continuó con encuentros virtuales semanales que concluyeron a finales de mes.El curso propuso una metodología innovadora de investigación-acción, pensada para promover la participación activa de las personas mayores en el proceso de adecuación de las ciudades a sus necesidades, opiniones y percepciones particulares. La finalidad central de las sesiones ha sido difundir la iniciativa de la OMS, enmarcada en la Agenda 2030: una Red que facilite la creación de entornos y servicios que viabilicen un envejecimiento activo y saludable.
Esta actividad, inicialmente planteada para celebrarse en modalidad presencial, fue reformulada para llevarse a cabo de manera virtual debido a la situación ocasionada por la pandemia de Covid-19. Dicho contexto, no ha mellado la acogida de la convocatoria, en la que se consiguió una participación de 40 personas (máximo disponible) procedentes de 11 países latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela). Se contó entre los participantes con profesionales responsables de planificación y personal técnico vinculados a la formulación y ejecución de políticas dirigidas a las personas mayores, así como representantes de organizaciones de mayores y universidades de América Latina.
A lo largo de las tres semanas de capacitación se abordaron los contenidos teóricos necesarios para conocer la iniciativa de la OMS denominada «Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores», comprender cómo se lleva a cabo su implantación en el ámbito municipal, sus áreas de trabajo, las fases del proyecto y de qué manera impacta en la salud y en la calidad de vida de las personas. Esta iniciativa formativa también ha posibilitado el intercambio de experiencias municipales concretas desde diversos contextos de la región.
Durante el desarrollo del primer módulo del curso se explicó el surgimiento de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, motivado por la preocupación hacia el envejecimiento progresivo de la población mundial. Dicho fenómeno demanda la creación de entornos y servicios que posibiliten una senectud digna y con calidad de vida.
En una segunda instancia, se exploraron los aspectos metodológicos y las cuatro fases del proyecto. Este se desarrolla en ciclos aproximados de cinco años, y parte de un diagnóstico y formulación de un plan de acción. A continuación, se realiza la ejecución de lo planteado y su posterior evaluación. La participación de grupos diversos de personas mayores durante todo el proceso es fundamental para delinear soluciones efectivas a sus necesidades reales.
Así mismo, los docentes señalaron la importancia de trabajar con equipos multidisciplinares para asegurar el diseño de entornos y servicios que contemplen la accesibilidad desde su planteamiento inicial. Esto implica también que las propuestas para adecuar las comunidades a las necesidades de la población de mayor edad deben involucrar a las distintas áreas municipales.
Una vez finalizado el ciclo de cuatro fases del proyecto (el cual concluye con una etapa de evaluación de resultados y presentación de un informe a la OMS) los municipios pasan a una fase de mejora continua.
Al adecuar los entornos a las necesidades de la población mayor, los ayuntamientos se fortalecen y democratizan, gracias al papel protagonista que toman las personas mayores en el proceso. Además, la contribución al bien común refuerza y enriquece las instituciones sociales, asegura la continuidad entre generaciones y plantea mejoras que sirven a la colectividad.
Fuente: https://intercoonecta.aecid.es/celebracion-curso-ciudades-amigables